Mesalina -¿Es el poder un medio o un fin?
Estirge - El poder es un medio, pero te devora y se convierte en un fin
Mesalina- ¿Y si sólo usas el poder como medio para obtener cosas?
Estirge -Cabe preguntar qué tipo de cosas.
Mesalina -Pues...placer, felicidad, eternidad...
Estirge -Debes tener en cuenta que no puedes llenar un vaso dos veces a la vez, que el poder únicamente te sirve para una cosa.
Mesalina -Obtener placer!
Estirge - Para tener obtener placer no necesitas el poder.
Mesalina - Felicidad!
Estirge -Tampoco ocupas del poder.
Mesalina - Eternidad!
Estirge - En este caso el poder te sirve, pero debes tener en cuenta que no habrá ni felicidad, ni placer; pues llega la repetición, que termina la belleza de lo accidental y que por lo mismo el asombro concluye.
Mesalina -Bueno algo debe tener la eternidad que muchas la buscamos.
Estirge - Tiene la creación, quien busca la eternidad, necesariamente tiene que echar a andar un mundo y con él la eterna repetición del engaño de la creación.
Mesalina - ¿Quieres decir que la creación es un engaño?
Estirge - Quiero decir que quien creo el mundo domina el arte.
Mesalina - Es un artista?
Estirge - Lo es y lo que vemos es su obra.
Mesalina - ¿Estás diciendo que el mundo es un engaño y que tú y yo también?
Estirge - Lo somos, pero, recuerda que por eso nos encontramos y juntamos en esta busqueda: para salir del engaño.
Mesalina -Pero entonces, ¿ el dominio del creador termina cuando la obra comienza a tener conciencia de sí misma?
Estirge -Así parece ser, su poder termina cuando se deja de creer en él y nuestro poder comienza cuando comenzamos a crear. Como podrás observar, creer y crear son dos verbos, además de parecidos muy ligados.
Mesalina - Eso quiere decir que si nosotras comenzamos a crear, algun día así como negamos a nuestro creador, también seremos negadas.
Estirge - Ya fuimos negadas, y fuimos negadas justamente por ese creador que ahora negamos. Escuchame bien, cuando fuimos "creadas-nombradas" por él, lo fuimos expresamente para no creer en él, y así justificar su existencia: la lucha contra del mal que nosotras representamos. Al nombrarnos se otorgo la omnipotencia para destruirnos. Pero si él es omnipotente, entonces nosotras lo somos... y si no es así, entonces no la omnipotencia es también un invento de él para temerle.
Mesalina - Ah! ¿Ese es el truco del juego del poder? ¿Crear la ilusión de lo bueno y de lo malo; de que todos estamos inmersos en ese juego; que estamos determinados y que nuestros actos, sean cuales fueren, tienen consecuencias buenas o malas; también de que hay algo que tiene el poder de detener ese juego, un juez supremo?
Estirge - Y mientras hayan un individuos que crea en el juego o en el juez, este sigue existiendo.
Mesalina -Pero, ¿y sí sólo es un individuo en que cree en el juego significa que él es el más poderoso y quien tiene el poder de detenerlo?
Estirge - Has dado en el clavo Mesalina, sólo hay un individuo que cree en el juego, porque él lo inventó, y basta que se decida para que este juego termine.
Mesalina - Ah! pues visto así no me parece tan grande el poder. Oye, pero, y sí terminara el juego, ¿Qué quedaría en el mundo?
Estirge -El mundo volvería a ser como es realmente: Infinitos mundos. Pero dejemos aquí nuestra conversación. No vaya a ser que alguien nos escuche.